Cada día es más frecuente que las personas salgan al extranjero para acceder a un puesto de trabajo, especialmente los jóvenes, que terminan sus estudios con una excelente formación.
Sin embargo, hasta hace poco, la normativa educativa no daba demasiada importancia a los idiomas. Pero eso es algo que cambió en 2010 gracias la implantación definitiva del Plan Bolonia.
Éste persigue la integración de todos los estudiantes en Europa. Para ello exige un nivel mínimo de un segundo idioma, generalmente el inglés. Los universitarios españoles enmarcados dentro del Plan Bolonia deben obtener un nivel B1 para conseguir su título universitario.
Comprensión y expresión, a prueba
El nivel B1 o PET (Preliminary English Test) es el título previo al conocido First Certificate in English y representa un nivel intermedio de conocimiento del idioma. La prueba para obtener el B1 consiste en tres partes:
- Reading + Writing: 90 minutos durante los que el examinado tendrá que demostrar su comprensión lectora y su expresión escrita.
- Listening: ejercicio de 30 minutos en el que hay que demostrar la habilidad para comprender mensajes de voz.
- Speaking: consiste en una conversación libre de 15 minutos con el examinador.
Un paso adelante hacia Europa
Este requisito del Plan Bolonia reforzará sin duda la movilidad en Europa y proporcionará mayor acceso a puestos de trabajo internacionales. Además, está previsto que en un futuro no muy lejano se exija el nivel B2, algo que ya está sucediendo en otros países.
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