En nuestro día a día, son muchas las ocasiones en las que necesitamos comunicarnos con otras personas en inglés. Y, si estas comunicaciones corresponden a un entorno profesional o institucional, es fundamental cuidar al máximo el vocabulario y la gramática para evitar malentendidos y asegurarnos de que estamos transmitiendo exactamente lo que queremos o necesitamos.
En esos casos de vital importancia no podemos (o, al menos, no deberíamos) confiar en los tan usados traductores automáticos. Es cierto que éstos pueden, en ocasiones, sacarnos de un apuro pero su traducción suele ofrecer pequeños (o no tan pequeños) errores de gramática así como en la interpretación de collocations o frases hechas.
¿La solución? Perder el miedo a retomar el aprendizaje del inglés
De una forma muy sencilla y personalizada, y en el horario que más se adecúe a nuestro día a día, podemos perfeccionar nuestro conocimiento del inglés. Así podremos ser autónomos en nuestras comunicaciones profesionales y enfrentarnos con seguridad a entrevistas de trabajo, reclamaciones o compras online en sitios web internacionales. ¿Fácil, no?